MUSEO POETA
DOMINGO RIVERO

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Dos visiones de Domingo Rivero, el poeta del cuerpo: Jorge Rodríguez Padrón y Francisco Brines

Martes, 23 de Septiembre de 2014

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Dos visiones de Domingo Rivero, el poeta del cuerpo: Jorge Rodríguez Padrón y Francisco Brines (Francisco Brines)

Francisco Brines

Desde los años sesenta y hasta la actualidad han sido catorce los títulos que recogen una selección o la poesía completa de Domingo Rivero. Desde estas líneas y a propósito de la aparición en los archivos del Museo Poeta Domingo Rivero del original escrito a lápiz por el propio poeta de su emblemático soneto “Yo, a mi cuerpo”, haremos especial mención a dos libros publicados que desde el título ya destacan este poema.
Dos son los autores que han utilizado el “Yo, a mi cuerpo” para dar título a sus respectivos libros: Jorge Rodríguez Padrón (1967), Domingo Rivero poeta del cuerpo y Francisco Brines (2006), Domingo Rivero. Yo, a mi cuerpo.
En el primero, Jorge Rodríguez Padrón -a través de una recopilación de poemas de Domingo Rivero junto a un estudio pionero hasta el momento- acerca al lector al poeta y a su poesía, al tiempo que hace especial mención a que Domingo Rivero no publicó sus poemas en vida sino que permitió que algunos de sus poemas se publicasen en la prensa o en revistas literarias. Tal fue el caso de su soneto “Yo, a mi cuerpo” que apareció, junto a otras composiciones en la revista La Pluma en julio y en octubre de 1922. Para Rodríguez Padrón, el soneto se plantea como un juicio deductivo en el que se fijan unas premisas localizadas en los dos cuartetos que luego se sintetizarán en los tercetos.
Asimismo, en Domingo Rivero poeta del cuerpo, Jorge Rodríguez Padrón, dedica un apartado al estudio del célebre “Yo, a mi cuerpo”, un poema en el que “la hondura y la humanidad de Rivero llegan a su culminación. Donde la preocupación por la esencia más pura del hombre queda reflejada claramente”. Un soneto que comienza con un interrogante que hace al lector reflexionar acerca de su particular preocupación por el hombre; una mirada hacia su interior al tiempo que completa una trayectoria de su creación poética que, a juicio de Jorge Rodríguez Padrón, le permitiría dar vigencia y universalidad de su cometido: el poder estar ahora entre nosotros.
Por otro lado, Francisco Brines en su breve introducción hace mención del trabajo de Rodríguez Padrón, e indica que el poeta al escribir en una etapa tardía de su vida, muestra la experiencia del tiempo ya vivido, por lo que hay una ausencia de la escritura del poeta joven. Esta escritura, según Brines implica que el poeta escriba desde la experiencia ya vivida, pues “la existencia no es otra cosa que la inserción del tiempo en la carne”.
En Domingo Rivero se puede observar a través de su poesía esa percepción temporal, en la que el cuerpo, la consciencia y la experiencia pueden dar lugar a una confluencia para establecer los ejes de su propia existencia.

(*) Elisa María Quintana Navarro.
Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Subdirectora del Museo Poeta Domingo Rivero.

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