Después de una semana sin ordenador y sin móvil, casi fuera del mundo. Al llegar de nuevo a casa, me he enterado de la triste noticia. Una gran mujer, madre, abuela, profesora, escritora: Julia Gil, ha muerto.Durante un tiempo bastante largo Julia, vive una larga enfermedad, vive la cercanía de la muerte, esperando su terrible condena sin esperanza de indulto. Vive una muerte que se ensaña con ella, el último trance de un destino cruel, de un destino que cada día la estrecha con más fuerza, la abraza, e igual que una serpiente pitón, la ahoga, la ahoga.Pero Julia era una mujer fuerte que sobrevivía con voz serena, que concebía la vida como un viaje, como una larga travesía por los vaivenes de la literatura, por las tinieblas de la...
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